sábado, 25 de abril de 2009

Andamiaje II

El siguiente fragmento del libro de Carlo Frabetti, también puede considerarse un buen ejemplo de andamiaje por parte del docente. Frente a una consulta del alumno, la docente por medio de la formulación de preguntas de menor a mayor complejidad logra la comprensión por parte de Leo (alumno) a la situación planteada:

“--Por favor, ¿le podría echar una ojeada a estos números? -pidió él, mostrándole, escrita en un papel, la serie que Hal le había propuesto.
La profesora miró los números con atención, y le preguntó:
--¿De dónde los has sacado?
--Los cuatro primeros me los dio... un amigo. El quinto lo he deducido yo.
--Muy bien. Entonces ya sabes la pauta que siguen.
--Sí, pero no sé qué significan. Me resultan familiares, pero no sé por qué. No me parece una serie cualquiera.
--Desde luego que no es una serie cualquiera -dijo ella, con una sonrisa-. Se podría decir que esta serie marca el comienzo de la ciencia tal como hoy la entendemos.
--¿Tan importante es? -exclamó Leo, con los ojos muy abiertos.
--Vamos a ver, ¿qué sabes de la caída de los cuerpos? -preguntó ella.
--Las cosas caen porque la Tierra las atrae.
--Sí; pero, ¿cómo caen?
--Verticalmente. En línea recta hacia abajo.
--De acuerdo, aunque sería más correcto decir que el concepto de «abajo» viene determinado por la dirección en la que caen las cosas. Pero lo que te pregunto es con qué tipo de movimiento caen.
--Con un movimiento... rápido... -contestó Leo, tras dudar unos segundos.
--Desde luego -convino la profesora riendo-, las cosas caen bastante rápido. Verás, las cosas caen con un movimiento acelerado; es decir, a medida que van cayendo, su velocidad aumenta constantemente. La fuerza de gravedad hace que la velocidad de un cuerpo que cae aumente 9,8 metros por segundo cada segundo...
--Perdone, no acabo de entenderlo -la interrumpió Leo.
--Vamos a ver... Imagínate que soltamos una piedra desde lo alto de una torre, como se cuenta que hizo Galileo desde la torre de Pisa. Al cabo de un segundo, la velocidad de caída de la piedra será de 9,8 metros por segundo; al cabo de dos segundos, su velocidad será de 19,6 metros por segundo; al cabo de tres segundos, de 29,4 metros por segundo... Es decir, cada segundo que pasa, su velocidad aumenta en 9,8 metros por segundo. ¿Me sigues?
--Creo que sí. […]” El gran juego”. Carlo Frabetti. 1998.

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